Nos conocimos a las puertas de un bar
unas cuantas miradas y algo que hablar,
solo bastaron un par de semanas
y nada que pensar,
vivimos varios años mano a mano con la felicidad.
Todo tiene un fin,
tú no lo querias ver y yo nunca quise decidir,
aún te sobraban las ganas de amar
yo solo quería volar.
Le cedí las riendas al destino y el destino nos traicionó
me colocó en otros brazos y otro lugar
regalando besos en otra ciudad.
Nunca me giré,
para mirar atrás.
Sabiamos que todo estaba perdido ya,
aún así más querías luchar.
Perdistes dias y noches
me llenastes de dudas y reproches.
Hoy miro alguna que otra foto
te extraño más que ayer,
menos que mañana.
Le cedí las riendas al destino y el destino nos traicionó
me colocó en otros brazos y otro lugar
regalando besos en otra ciudad.
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