Pero de vez en cuando aparecen desviaciones inesperadas, con las que no contabas, las que llegan sin comerlo ni beberlo, sin planificarlas.
Ahí es cuando entra ha actuar la fuerza del destino, paseandose libremente, echando sus propias cartas sobre tu camino.
Pero todo tiene una razón, un porqué y un fin. Cada situación, cada persona, ya sea buena o no tan buena te enseñaran, creceras y te aportaran algo.
Si tengo clara, es una cosa, el destino es sabio sabe dar todo a su debido momento, otra cosa es que en ese momento no lo sepas ver.
Por ello a veces no debemos empeñarnos en seguir nuestro camino fijado por nosotros mismos y dejar paso al destino, pero tampoco lo dejes correr libremente. No pretendas que por ser buena persona solo te van a pasar cosas buenas.
Al fin y al cabo solo tí tienes las riendas de tu vida y el poder de cambiar las cosas.
Vive y deja vivir!
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