Levantarme bien temprano por la mañana y una rosa en la cama, mirar por la ventana y no ver nada.
Solo arboles y pajaros, montañas y leves ruidos.
Naturaleza y mas naturaleza...

sábado, 10 de diciembre de 2011

 
         Ella solo entregaba sus besos en frascos pequeños, tenía su alma vendida al mismo diablo, reencarnado en cuerpo de hombre. Guapo e inteligente, tan perfecto para ella. Seguía con su vida, salía de fiesta, amigas, y chicos desfilaban por su cama. Pero su corazón a el esperaba. No sé siquiera si intentaba olvidarle o se aferraba a el.
  
 Siempre daba la mitad, la mitad de su mano, la mitad de su cuerpo, de su sonrisa e incluso de su mirada.

1 comentario:

  1. Una nunca se puede abrir totalmente a encontrar a alguien si otro está rondando su cabeza -o, mejor dicho, su corazón-. Es inevitable.
    Un beso.

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